jueves, 16 de agosto de 2012

Nürburgring: ¿El adiós a otro clásico?

Recientemente vi el calendario de Fórmula 1 de la temporada 2013, en donde pude ver ciertas modificaciones: Algunas algo agradables, como la rotación del GP de España, entre Barcelona y el Valencia Street Circuit, siendo la carrera de 2013 en el Circuit de Catalunya (ese es el lado bueno: un año sin el monstruoso circuito callejero portuario, al que sólo le hace falta una chicana entre dos containers); otro es el nuevo GP de Rusia en Sochi (después de 10 años de pugna, con el que la ciudad se lanza una misión heroica a cuestas, ya que también serán anfitriones de los JJOO de invierno en 2014), el cual reemplazará al hasta ahora GP de Europa; y, lo que más atención me llamó, y que será tema de este artículo, es el hecho que el GP de Alemania será acogido únicamente por Höckenheim a partir de 2013, ya que el Nürburgring se ha declarado en quiebra.
El Nürburgring es un circuito que ha existido desde hace más de 80 años, concebido inicialmente como sitio de pruebas de las marcas alemanas de automóviles, y se extiende mucho más de lo que se puede apreciar en las carreras de F1: Éste es solamente la parte sur, conocida como el Südschleife, pero la parte más emocionante es la parte norte, o Nordschleife, que se corrió como GP de Fórmula 1 hasta el año 1976, debido al desafortunado accidente de Niki Lauda, en el que se desfiguró la cara, y del que se concluyó que, por su elevada longitud (cerca de 23 km), y por razones técnicas, como sus cambios continuos de pendiente, su bacheado excesivo y su estrechez, el circuito no ofrecía las condiciones de seguridad suficientes; adicionalmente, porque se hacía muy complicado (si no, imposible) hacer el seguimiento de una carrera por TV.
Mapa del circuito de Nrburgring (Sdschleife y Nordschleife)
Perder la sede del GP de Fórmula 1 no fue el final del Nürburgring en ese entonces: Por su construcción única y por el desafío que representa el conducir en él, el “Infierno Verde” se convirtió en un lugar de culto para los amantes del automovilismo en general: no había (y no hay) fin de semana en el que no hubiera algún evento automovilístico o festival (fuera del GP de Fórmula 1 o de la carrera de resistencia de 24 horas), e inclusive, por un módico precio, se permite a cualquier persona conducir en este mítico trazado con su coche de todos los días.
La crisis llegó cuando, en el año 2007, un grupo de promotores desearon convertir el circuito en un complejo turístico que incluía un parque de diversiones, hoteles, centros comerciales y restaurantes. Inicialmente, se vería como un proyecto prometedor, pero el defecto radicó en que tal proyecto fue sobredimensionado y terminó atrayendo y acogiendo a menos visitantes de lo esperado, gastándose el doble del presupuesto que se tenía pensado en un principio. Desgraciadamente, los inversionistas reclaman el dinero que invirtieron en este “megaproyecto”, dinero que adeuda el circuito directamente, lo que hizo que el gobierno local tomara el control de éste para intentar rescatarlo, pero, pese a los esfuerzos, la situación se ha vuelto insostenible, y la deuda actualmente asciende a una cifra cercana a los 330 millones de euros, cifra que aumenta día tras día.
La Unión Europea ha denegado la posibilidad de rescate del circuito, afirmando focos de corrupción al interior del comité administrativo del circuito, y si no llegan inversores en el corto plazo, no solamente la acogida del GP de Alemania por parte del Nürburgring podría desaparecer, sino que también la totalidad de los eventos deportivos que en él se realizan, y también, el circuito mismo.
Pero el circuito no está solo: Por su parte, Bernie Ecclestone ha afirmado que hará lo “comercialmente posible” (¡No se esperaba más!) para salvar el GP de Alemania de 2013, promoviendo su realización en el “Ring”. Adicionalmente, existe la plataforma Save the Ring, la cual cuenta con el apoyo y colaboración de pilotos locales, y que ha denunciado desde hace años la corrupción al interior de la organización del circuito y la mala gestión del mismo.
Nick Heidfeld da una vuelta al Nordschleife en el BMW F1.06
Sólo nos queda observar, como espectadores que somos, qué le depara el destino al “Infierno Verde”… Si renacerá recuperando su posición como el legendario circuito que es, o si desaparecerá en las arenas del tiempo, como el antiguo Höckenheim… ¡Como aficionado del Nordschleife, le deseo la vida eterna!

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