jueves, 19 de abril de 2012

China 2012: El bautismo de un buen piloto con un gran apellido

EL Gran Premio de China nos ha traído algo que es difícil de encontrar en los llamados "Tilkódromos", y que todos los espectadores esperan encontrar cada vez que van a ver una carrera de Fórmula 1: ESPECTÁCULO. De principio a fin, la carrera estuvo cargada de emoción y nerviosismo, sin necesidad de accidentes violentos (al estilo de la NASCAR) o condiciones climatológicas adversas, y con solamente un abandono, generado por situaciones que nada tuvieron que ver con la competición.

Nico Rosberg dominó con suficiencia en la tercera sesión de clasificación, consiguiendo un tiempo casi que estratosférico, al mercar un crono casi 0.5 segundos por encima de sus rivales, entre ellos los poderosos McLaren Mercedes. Y, contrario a lo que pasó hace un año, en el que sus opciones de victoria se diluyeron en una combinación de inferioridad técnica del W02, en comparación con los Red Bull y los McLaren, una mala estrategia en boxes y unos neumáticos Pirelli que, en esa época ofrecían poca durabilidad en carrera, siguiendo las indicaciones de don Bernie Ecclestone, marcó la pauta desde el inicio de la carrera y puso un ritmo que ninguno de sus oponentes pudo igualar, por más arriesgada que hubiera sido su estrategia de neumáticos (hay que mirar las estrategias de carrera de pilotos como Vettel, Räikkönen, Alonso y Pérez para ver el resultado). Y su celebración en el podio con la champaña del vencedor contrasta bastante con la hamburquesa que se comió el año pasado, en un momento de depresión mezclado con frustración, por el mal resultado conseguido en el mismo GP.

A pesar que le faltó marcar la vuelta más rápida en carrera (ésta quedó en manos de Kobayashi), Nico logró hacer una carrera sin ningún error, liderando prácticamente de punta a punta (perdió el liderato momentáneamente en las paradas en pits contra Button), grabando su nombre en la historia, dándole una victoria a Mercedes después de casi 60 años, cuando Juan Manuel Fangio ganó por última vez con una Flecha Plateada en el histórico Monza de los peraltes de 45º, y siendo el segundo Rosberg en ganar una carrera en F1, luego que su padre, Keke, ganara por última vez en 1985, sumándose a la lista de generaciones de padres e hijos ganadores en la F1 (junto a los Hill y los Villeneuve). En definitiva, hemos presenciado el bautismo de uno de los grandes, bautismo que se hizo esperar 111 Grandes Premios, desde su debut en 2006, comparándose con otros pilotos con victorias tardías, como Button, Webber y Barrichello.

La siguiente carrera es el GP de Bahrein, en donde Nico marcó su primer punto en su carrera de debut, con un Williams-Cosworth, allá en el año 2006, mostrando alta competitividad en aquel entonces. ¿Será que nos vuelve a dar una muestra de superioridad y contundencia al volante? ¿Podremos ver, esta vez, un doblete plateado, el cual se vio truncado en China por un error con la tuerca de una de las llantas en el primer pitstop de Schumacher? ¿Habrá condiciones seguras en Bahrein para que se lleve a cabo un GP sin comprometer la integridad del "circo"? Son preguntas que veremos resueltas en pocos días, ya que el GP de Bahrein se encuentra a la vuelta de la esquina...

No hay comentarios:

Publicar un comentario