lunes, 30 de marzo de 2009

2009: La temporada de la revolución

Después de lo visto y acontecido durante el Gran Premio de Australia, puede decirse con toda seguridad que un nuevo orden ha llegado a la Fórmula Uno. No sólo por el sorpresivo y aplastante dominio del nuevo equipo Brawn, sino por el conjunto de normativas que han hecho de la máxima categoría del automovilismo una competencia sin jerarquías, en donde cualquier equipo, con ingenio, dedicación y algo de buena fortuna, puede llevarse el triunfo.

Varias fueron las sorpresas que dejó el fin de semana pasado en el Albert Park: contrario a lo que ha pasado los últimos años, los llamados "equipos grandes" estaban sufriendo por tratar de clasificar en sus acostumbradas posiciones altas en la parrilla, viéndose más evidente en la desventura de McLaren el día sábado, donde sus dos pilotos no lograron pasar a la segunda manga, siendo Kovalainen el más lento de la Q2. Igual penuria experimentaron Alonso y Heidfeld, que no lograron superar el segundo corte, y cuyos autos son (o eran) de los más fuertes en la categoría.

Curiosamente, las tres escuderías cuyos diseños de los difusores traseros están en entredicho (y del cual la FIA dará su fallo el 14 del próximo mes de abril) son las que gobernaron las primeras posiciones de la parrilla de salida y, en general, las más veloces durante el fin de semana: los por ahora invencibles Brawn, los veloces y poco afortunados Toyota y los confiables, pero poco organizados Williams, con Rosberg a la cabeza. De hecho, fue el piloto alemán, hijo del campeón mundial de 1982 y piloto de la escudería de Grove, quien lideró las tres sesiones de entrenamientos libres, con su compañero Nakajima muy cerca de él. Éste resultado aviva las protestas de los demás equipos en torno a la ilegalidad de éstos monoplazas, pero con todo y eso, hay rumores de que más de una de esas escuderías ya está "copiando" esos diseños...

Respecto del KERS, no se notó mucho la diferencia competitiva con la que fue promocionado. Todo lo contrario: los autos KERS más rápidos fueron los Ferrari, que no pasaron del séptimo puesto en clasificación con Massa, y que tuvieron que sufrir para pasar a la Q3 (noveno y décimo en la Q2, Massa y Räikkönen, en ese orden), y Fernando Alonso mencionó que, en carrera, la diferencia entre usar el KERS y no hacerlo era mínima, comentando que, al usarlo, no era significativa la ganancia de potencia que adquiría su R29. Puede ser que, en el caso de Alonso, que el Albert Park, sencillamente, no era un circuito donde el KERS no significara una ventaja (pocas rectas largas con curvas lentas), o bien, que el KERS de Renault necesita ser revisado. Un caso mencionable fue el de los BMW, que, debido a problemas de peso, decidieron no equipar con el KERS al F1.09 de Kubiça, pero sí lo instalaron el el auto de Heidfeld, más bajo y liviano que su espigado compañero polaco. El resultado: Heidfeld se quedó a las puertas de la Q3 (11°), mientras que Kubiça salió quinto y hubiera terminado segundo, de no haber sido por su encontrón con Vettel.

En cuanto al desarrollo del GP de Australia, pasó lo esperado: una salida accidentada, con Webber, Kovalainen, Barrichello y Heidfeld afectados; día negro para Ferrari por segundo año consecutivo en este circuito; un emproblemado Toyota (descalificados el sábado por los alerones traseros, y Trulli bajado del podio por adelantar a Hamilton bajo banderas amarillas -ésto fue apelado); unos desafortunados Nakajima y Piquet, que abandonaron justo cuando iban corriendo bien, en accidentes aislados; dos impetuosos Kubiça y Vettel, a los que la codicia les pudo más y se fueron sin el pan y sin el queso... o, mejor decir, sin el podio y sin los puntos (Vettel fue adiconalmente sancionado con una multa de US$50.000 y con diez posiciones menos en la parrilla de Sepang por seguir en la pista con el auto destrozado, cuando se le pidió que se estacionara a un lado); unos discretos, aunque esperanzados Toro Rosso y Force India y, evidentemente, unos extraordinarios y sorprendentes Brawn, que hacen historia al ser el primer equipo debutante en ganar su primera carrera desde 1954, y haciendo un doblete, para completar.

A pesar de todo lo que se vio, es todavía demasiado pronto para determinar el devenir de la temporada... Apenas ha pasado la primera carrera, y es más que obvio que ninguna escudería se va a quedar quieta, y que cada circuito presenta su propio desafío, que bien puede generar resultados inesperados, como el visto en el Albert Park.

No hay comentarios:

Publicar un comentario